Ante los crecientes señalamientos sobre una posible insuficiencia de fondos en el Seguro Social y la incertidumbre sobre la acción que tomará el Congreso, una experta en planificación financiera advierte que es momento de que los ciudadanos se preparen para enfrentar lo que podría ser un panorama económico complicado.
“Paso número uno: hay que hacer un presupuesto”, señaló Dianitza Padilla, planificadora financiera.
Manténte al tanto de las noticias locales y del estado del tiempo. Suscríbete a nuestros newsletters gratuitos aquí.
SUSCRÍBETE “Es importante conocer cuáles son tus gastos, tus deudas y cuánto dinero entra en tu pote para poder tomar decisiones”, indicó.
Entre las recomendaciones figuran la posibilidad de buscar un segundo empleo, cambiar de trabajo o comenzar un pequeño negocio como fuentes adicionales de ingresos.
Una de las mayores preocupaciones gira en torno a las personas mayores que dependen casi por completo del Seguro Social. “Nosotros, que tenemos padres envejecientes, tenemos que prepararnos también para dar ese apoyo económico para ellos”, añadió el experto.
La conversación también enfatizó la importancia de no depender únicamente del Seguro Social como fuente principal de ingreso durante el retiro.
“El Seguro Social es un suplemento, no como la base de ingresos”, explicó. Por ello, se recomienda establecer un “Plan B” que incluya ahorros personales, cuentas IRA, anualidades u otros instrumentos financieros que puedan ser manejados con la orientación de asesores certificados.
“Hay que dejar de ver el Seguro Social como el ingreso principal. Tu fondo personal debe ser tu prioridad. Lo que venga de parte del gobierno o del patrono debe verse como un complemento”, recalcó.
Aunque se espera que el fondo fiduciario del Seguro Social del que depende para pagar los beneficios de jubilación podría agotarse en 2033, la experta sostuvo que nunca es tarde para comenzar. La clave está en evaluar dónde uno está parado y cuánto tiempo queda para el retiro. “Si sabes que necesitas acumular cierta cantidad mensual durante los próximos 10 años, ya tienes una meta. Pero si no haces ese análisis con un profesional, simplemente estás sin rumbo”.
La recomendación final: establecer un plan concreto y medible que permita a cada persona enfrentar los cambios que se anticipan en el sistema de retiro, con seguridad y previsión.
